frutos del espíritu

Cuando viajo a un rancho que está en Veracruz, México, me encanta ver la vista que tiene, imagínate un paisaje lleno de árboles verdes, llenos de sus frutos (aguacate, naranjas, limón, etc.). Me percaté que la familia se levantaba muy temprano para cuidar su huerto, ya saben, trabajar la tierra, regar, podar y todo eso. Y al final ver qué su esfuerzo vale la pena cuando comes ese fruto tan fresco, ¡es tan delicioso!.

Y la pregunta es ¿que puedo hacer para comenzar a crecer el fruto espiritual? Ellos trabajan duro para ver su tierra y sus frutos florecer. En el ámbito espiritual ¿que podemos hacer?

Iniciemos aprendiendo ¿que es fruto? Se usa a lo largo de la biblia para referirse a la evidencia reveladora de lo qué hay dentro de una persona. Si lo qué hay dentro es bueno, el fruto de la vida de esa persona será bueno. Pero si lo qué hay es malo, el fruto de la vida será malo. Jesús nos enseña esto en (Mateo 12:33,35).

“Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto... El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien pero el que es malo, de su maldad saca el mal”.

El fruto de el espíritu se describe en (Gálatas 5:22,23)

"El fruto de el espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio".

¿Que clase de fruto has visto en tus acciones en los últimos tiempos?

El fruto del espíritu solo se produce cuando te rindes a Dios y le permitimos a su espíritu que obre en nuestras vidas.

No olvides la batalla que se libera entre tu carne y el espíritu. En Gálatas 5:17 aprendemos que la naturaleza pecaminosa desea lo contrario a el espíritu, y el espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí. Tú y yo enfrentaremos esta lucha hasta el día que muramos. Si caminamos o vivimos por el espíritu, no seguiremos los deseos de nuestra carne.

Pero ¿qué significa caminar por el espíritu?

Obedecer, procurando agradar a Dios en todo momento, dejar que Dios guíe cada paso de nuestro caminar, que Dios obre con el fin de que podamos traerle gloria y honra.

Es importante aprender a permanecer, para seguir conociendo a Jesús y llevar buen fruto! (Juan 15:4-5)

"Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada".

Te escribiré algunos tips que te ayudarán a llevar buen fruto.

1• Involucrarte en la palabra de Dios: Hazte un hábito de abrir tu biblia, leerla, estudiarla y meditarla con regularidad.

2• Aparta tiempo para la oración: Haz lo que sea necesario para lograr que la oración sea una conexión vital entre tú y Dios.

3• Haz lo que te pide Dios: “Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido a los mandamientos de mi padre y permanezco en su amor.” (Juan 15:10).

4• Dale tu corazón a Jesús: Hazte esta pregunta ¿estoy vivo espiritualmente?

“Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).

¿Le has dado a Jesús tu corazón? De tal manera instruye la biblia “si confías con tu boca que Jesús es el señor, y tú crees en tu corazón que Dios lo levanto de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9). Antes de que puedas experimentar cualquier crecimiento espiritual debes echar raíces en tu corazón y en tu vida. Así que ¿estás vivo espiritualmente?

Si tu respuesta fue que no, no te preocupes, acepta a Dios en tu corazón, ¿estás listo? oremos! (repite esto en tu oración):

Jesús, sé que soy pecadora. Quiero arrepentirme de mis pecados, cambiar y seguirte a ti. Creo que moriste por mis pecados y que volviste a levantarte con victoria sobre la muerte, quiero aceptarte como mi salvador, ven a mi vida, toma mi corazón señor Jesús, y ayúdame a obedecer desde este día en adelante. Amén.

-Si tú sientes la necesidad de a Dios abrirle más tu corazón, ¡no te detengas y expresarlo sin condición! Felicidades por animarte a permanecer en el reino de Dios, ahora tienes un propósito eterno.

Dios te ama. ❤️

Él quiere estar cerca de ti. ✨

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